Sandra Cornejo, En un poema un amigo se pregunta


1. EL RELATO DE LAS BRASAS

ASUNTO: NOTICIAS DE NAVIDAD

Cuando aún estamos aquí
y nos hemos reencontrado
mientras se extingue el incienso
y los relatos de los hijos
nos rescatan
el frío
que marca los cuerpos del sur
apenas nos roza
nos acerca otra vez.

Algo preservó nuestra certeza
lo difícil de comprender o de aceptar
vino solo.

Unidas
como cuando anclábamos pactos en el futuro
mencionamos
el cordero para el almuerzo
las abuelas especiales
la familia.

En las antípodas
en los detalles
la vida fue haciéndonos.

Tantos los años transcurridos, tan breve el tiempo
de la ausencia.

A Carol, en el Maitén


UN LAGO

Cuentan que la profundidad de un lago
es semejante a la altura
de las montañas que lo rodean.
Cada vez que observo
esa superficie
al ras de una breve playa
me conmueve este pensamiento.

Era un día de febrero
un día cálido, sin viento.
Carmen dormía.
Vos y yo caminábamos en el muelle
haciendo equilibrio
entre hierros atravesados
sobre un apoyo invisible.

No te animabas a zambullirte
–el agua de un lago siempre es fría, casi helada–
yo apenas jugaba con los pies descalzos
en el oleaje.

Todo el mundo estaba ahí.
La cabaña a pocos metros
el silencio
y en la montaña
la presencia inalterable del fondo del lago.

A nuestra familia Quintana en Esquel


ALABANZA

Por tres generaciones
–que yo sepa–
las mujeres de mi familia
perdieron su cría.

Cuando esperaba a mi hijo pensaba en ello.

Comprendí que estaba marcada
que era posible tanto
la noche como el día
por eso
le hablaba a mi criatura
como quien en el buen clima siega el heno
y para el tiempo inclemente
prepara los enseres.

Sangré.
Sangrar no es buena cosa antes del parto.

Ahora
cuando mi hijo va y viene por los caminos del Señor
siento su presencia natural, como la lluvia o el ciruelo
pero hay un instante, en cada día,
que vislumbro el milagro
–la diferencia–

y agradezco.


CANAL DE NAVEGACIÓN

A diferencia de esta opacidad
la geometría de tu luz
es el espacio donde mi barco
se desliza
sobre aguas
que adquieren color
sólo en el lecho de tu río.


2. LO ETERNO Y LO QUEBRADO

LO ETERNO Y LO QUEBRADO

En un poema un amigo se pregunta
acerca de la inocencia
del lirismo.
Duda de la lengua de un pueblo
por las acciones de ese pueblo.

Leo en el I Ching
lo eterno y lo quebrado colisionan.
En su decantada sabiduría
el libro sapiencial me orienta.
Descanso
entre sus dos extremos
sobre el movimiento cambiante de las cosas.
Resistir, como escribió un poeta en el principio.
Ni irse, ni quedarse.

Así la persistencia
cuyo sabio lirismo
es inocente.


UNA CICATRIZ

Con una cicatriz calmó a tu intruso.

Como a nosotros, derramada,
te deja ir y venir.
Igual de terca se desliza ahora
en cada pleamar.

Ni promesas. Ni grandes confesiones.

Sobre el rocío de un año que recién empieza
la muerte ha dejado su llave en tu portón
pero se ha ido.


3. ÍNTIMA PAZ

TRÍPTICO DE SANTIAGO

II

Me gustaría hablar con alguien
alguien que se acerque
que se siente junto a mí en este banco del parque
y me hable
en un idioma amigo
sosegado
como esta paloma que abajito me mira
y me conversa. 


En “Bajo los ríos del cielo”, Ediciones Al Margen, 2014. Selección de textos: Jmp. Foto: Sandra Cornejo, José María Pallaoro y Norma Etcheverry, “Presentación revista de poesía El espiniyo”, otoño 2005. Archivo de la talita dorada.
Sandra Cornejo (La Plata, 14 de abril de 1962).

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